EFEMERIDES AÑO 2007: EL MALETERO DE ROBERTAZAR

Inauguramos una nueva sección en la página de los Premios W. En este caso se trata de rememorar historias pasadas, actuaciones memorables que dieron a nuestros protagonistas unos valiosísimos puntos y les dispararon en la clasificación.

Nos situamos en la primera semana de octubre del año 2007, Robertazar tenía ante sí un fin de semana de los importantes del año. El viernes buscaría la victoria en las fiestas de Medina de Pomar y el sábado, haría lo propio en Yudego, aunque gran parte de los rivales del sábado eran los favoritos a los Premios. Sin embargo, la historia que vamos a contar no ocurrió el sábado, si no el viernes.

Así que Robertazar fue hasta Medina con un par de amigos, y la noche transcurrió como se esperaba, bodega memorable, buscando cual es su verdadera sexualidad…. Como la mayoría de noches de nuestro protagonista.

Hasta que llegando al final de la dura jornada nocturna, conoció a una bella dama a la cual no la importaba que Robertazar sumase unas cuantas bonificaciones femeninas a su costa, así que fueron hacia el coche, para iniciar el acto de webar.

Al llegar al coche, el favorito en las encuestas se negó a estar con la mujer tanto en la parte delantera como en la trasera, poniendo la excusa de que sus dos compañeros de viaje, no le dejarían de molestar, haciendo así imposible finalizar tan dulce noche. Así que Robertazar, la propuso entrar al maletero, y allí, esconderse de las miradas lascivas de los demás.

Robertazar sigue sonriendo desde aquel día recordando cuando la chica le dijo que sí. Y allí estuvieron un buen rato, nuestro protagonista piloneando por supuesto, hasta que empezó el verdadero acto de webar, en este caso, malwebar, tras 3 estocadas mal dadas Robertazar empezó a oír voces y golpes fuera del maletero, eran sus compañeros de viaje…

Después de varios gritos intentando que se marchasen sin conseguirlo, y debido a las duras poses provocadas por el pequeño espacio de un maletero, a Robertazar le dio un tirón causado también por su enorme gordura, lo cual le obligo a salir del maletero con la chica, mientras sus amigos se reían, la femina se marcho y Robertazar se quedo sin acabar pero contento, como siempre que pilonea.

Por cierto, Robertazar tiene guardada todavía la ropa interior de la mujer, dice que como trofeo, pero rumores bastante verídicos confirman que se las pone en soledad delante de un espejo.