Mitiquísima historia la que vamos a desgranar a continuación. El primer gran espectáculo de una serie de bacanales sin igual que han ocurrido en los años posteriores. Pero como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes.
Eran años de pedalada, lo que pone a nuestros protagonistas, Jairo Flamenko y Yudegas, para que nuestros estimados seguidores se hagan una idea, en 20 kilos menos de peso que los que lucen en la actualidad. .
En esas épocas, Flamenko y Yudegas solían ir a Valladolid, al velódromo a dar vueltas como pollos sin cabeza muy a menudo, con arrancadas de velocidad y buenos bollos para aumentar la explosividad, como dos o tres veces por semana.
Allí, se encontraban con compañeros pedalísticos, los cuales, hablaban de una dulce chica que residía en Cigales, un pueblo que se encontraba en mitad del trayecto Burgos-Valladolid, por lo que Flamenko decidió interesarse por el tema, debido a la cecilidad que mostraba la bella dama en las historias.
En la primera llamada telefónica que Flamen realizo, la joven de vida libertina, a la que llamaremos “Elena Cigales”, ya estaba enamorada de el embelesador por excelencia de los Premios W. Normalmente, la llamaban en los viajes a Valladolid, para que les contase a quien había desvirgado esa semana, y al enterarse que Flamen pasaba de forma rutinaria por su pueblo semanalmente, le instigo con ansia a que realizase paradas para quedar con ella y “conocerse”.
Tal día como aquel, Flamen y Yudegas no pensaban en ir a entrenar, como mucho hablar con Elena en el viaje y comprar ropa cual vanidosos en el centro comercial, pero ese día Flamen la dijo que pararía, pero que iba a ir con un amigo, el gran Yudegas, y que si podía buscarle una chica a él para que no sujetase todas las velas solo. La respuesta de Elena Cigales es antológica:
-“Es que…. Me he tirado a todos los novios de mis amigas, y ya no quieren quedar conmigo”
También comento que no la importaba que viniese con un amigo, que ya verían que se podía hacer.
Al llegar al pueblo, la vieron donde habían quedado, y con los descomunales pechos que también prometió que llevaría. Flamen poseía por entonces un coche de chingón que humedecía a las féminas más ardientes, y Elena Cigales no titubeo ni un momento a la hora de entrar.
Todo transcurrió con normalidad, tomaron algo y hablaron, el tema fue tomando temperatura hasta que surgió la proposición indecente que todos estaban esperando, solo había un problema, el lugar. Como buenos conocedores de sitios cutres donde hospedarse, ya que ambos habían asistido a las pobres concentraciones con la selección castellano leonesa, (experimentada superviviente) tanto Flamenko como Yudegas dijeron al unisono:
-“¡Vamos a la Pensión Txema!”
Todo aquel que ha vivido los dulces momentos previos a los triciclos, los cinturones y las orgias, conoce los nervios por los que pasaron nuestros protagonistas de camino. Aunque ella, les calmaba mostrando la seguridad propia de alguien que ha librado mil batallas del estilo, repitiendo una y otra vez lo guapos que eran y lo bien que lo iban a pasar. Así que ellos fueron cual puteros a contratar la habitación para dar rienda suelta a toda su lujuria.
Los problemas empezaron al llegar a la Pensión Pepe, ya que no dejaban entrar a los 3 juntos, la recepcionista dijo amablemente:
-“Hombre, Elena, ¿qué tal? ¿Otra vez venís tres? Te dije la semana pasada que solo podéis entrar dos.
Elena Cigales conocía el juego y el lugar a la perfección también, de hazañas previas, así que dijo que solo subirían dos, que uno había venido acompañar nada más. Yudegas se hundió en la miseria cuando vio que no era el elegido. Pero Elena Cigales, tenía un plan B, y probablemente posturas sexuales hasta la BVT.
Cuando Yudegas salió a la calle, vio que le habrían un ventana y le gritaban para que trepase hacia ella, era la habitación en la Flamen estaba con Elena Cigales.
Al subir, la sonrisa no se quitaba del rostro de nuestros protagonistas, Flamen y Yudegas esperando con los pantalones en los tobillos a que ella procediera a concentrar toda su sangre en una sola parte de su cuerpo.
Les costó empezar ya que al principio había risas y no se concentraban, pero ella era toda una profesional, como llevaba demostrando semanas en las llamadas telefónicas, y en la escasa media hora que llevaban compartiendo, y supo solventar la situación. Así que comenzó por parte de ella una doble felación. Demostrando ser intima amiga de la Señorita Tirar de Bereta, haciéndoselo además a dúo a los dos románticos presentes.
Lo demás se puede imaginar… magreo, penetración y compenetración por parte de Flamen y Yudegas para no rozarse siquiera… Hemos de decir que ella se quiso saltar las reglas intentado besarles, pero ahí estaba Yudegas, cabeza fría en medio de tal situación para con un sutil:
- "Besitos no, por favor"
Solventar el temor. Después, poco reseñable, como os podéis imaginar los románticos acabaron suciamente la faena, y dejaron a Elena Cigales en su pueblo (¡Error! Los años de experiencia han demostrado que tenían que haberla dejado tirada en la pensión Txema y haber dejado 5 € en la mesita).
Y estas son las declaraciones en la actualidad, recordando tan bella hazaña, de los protagonistas:
Jairo Flamenko: “Quiero el Premio W al trabajo en equipo y poner como clausura inamovible que Sol y Sombra no vuelva a venir a ninguna orgia.”
Yudegas: “Besitos no, por favor”
Elena Cigales: "Ver foto"
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