CRÓNICA DE LA ITA

Otra fiesta que a los múltiples ojos de los Premios W no había sido visitada. En esta ocasión, coincidía con la despedida de Jairo Flamenko, lo que hacia que muchos favoritos no pudiesen acudir. Aun así, el numero fue importante, Alvar San Jose, Marcos, Alvar Pirata, Ahita, Sexi, Wachope Arisco, Kaiser…

Esta fiesta se puede asemejar a fiestas de Burgos como el Parral o a la Politécnica, estando mas cercana en cuanto a parecido a la Politécnica, pero con música y conciertos.

Era uno de esos días que gustan al populacho mas metido en el ámbito bodeguero, ya que las horas a las que dio comienzo el envenenamiento eran prácticamente madrugadoras. El día comenzó con diversos problemas para Alvar Pirata, que hacían presagiar que no iba a ser su día, aunque finalmente demostró que su poder alcohólico es mayor que cualquier golpe físico que le de su dañado cuerpo.

El que antes comenzó a sumar fue sin duda Kaiser, ya que llevaba conociendo el terreno desde la noche anterior y su bodega desde entonces no hacia más que ascender. A eso de las 3 de la tarde se encontraba inmerso en los 10000 metros.

Durante la jornada vespertina, el que dejo muestras de fuera de serie fue Alvar Pirata, que pese a sus problemas físicos consiguió bonificar con hasta 3 bellas damiselas. Confirmando así la tremenda cecilidad de las palentinas, y más, en días tan señalados.

La noche se echaba encima de los participantes y la demencia iba en aumento. En un momento dado, en un bar palentino, se convirtieron en auténticos pirados absolutos Sexi, Ahita, Alvar Pirata y Wanchope, regalando tortazos como si de navidad se tratase. Mientras tanto, entre porrón y porrón de vino naufragaba la noche.

Poco a poco la gente fue declinando hacia la mendicidad de dormir en un coche, primero Ahita, luego Sexi…. Finalmente y como era de esperar, Alvar Pirata y Wanchope desaparecieron haciendo su característica noche individual.

De Alvar Pirata poco se sabe, que acabo desayunando en una bar, con la tremenda bodega colgando de sus hombros y llamando por teléfono a Wanchope, ¿Qué por qué llamaba a a Wanchope? Os los explicamos.

Wanchope sabia que la despedida de Flamenko hacia peligrar su liderato, ya que todo el consejo de románticos se había citado allí, y él tenia el clásico motor de no haber salido el día anterior. Así que se dio de golpe y porrazo cerrando todos los afters palentinos en compañía de unos punkis que le mostraban empatía gracias a la roñosa pulsera del Viña Rock que todavía cuelga de la muñeca del señor Arisco.

Hasta ahí todo iba normal, el sol pegaba fuerte afuera, pero cual vampiros drogadictos los punkis se escondían en los baños de los afters. Lo que hizo que Wanchope se viese en la obligación de conversar con las dos únicas mujeres que quedaban. En seguida, después de ver cerca el cinturón consiguió llegar a casa de una de ellas, un verdadero manatí de primera.

La podredumbre de Wanchope hizo que la chica le tuviese que abonar fantas y el taxi. Y una vez en casa en cuanto la faena se ponía en marcha. Wanchope se dio cuenta de porque su teléfono sonaba, él tenia las llaves del coche y la grúa se le quería llevar… Rápido al vestir, y rápido al pedir, ya que la señorita tuvo que darle dinero para el taxi de vuelta.

Día mítico que se expresa en este video-entrevista que hicieron a Alvar San José y Marcos: