jueves, 6 de septiembre de 2012

EFEMERIDES 2011: EL EN VIVO DE WANCHOPE, PARTE II


Gracias a un golpe de suerte, Wanchope se encontró con Silvia, y la tienda se encontraba muy lejos, nadie sabe si sin ese momento de encuentro casual, Wanchope  seguiría aun en Getafe. También fue causa de que no encontrase la tienda el que él pensaba que era de distinto color, lo que es una clara muestra del estado de embriaguez que poseía a la hora de montarla.


Allí, comieron las compañías de nuestro protagonista, pues él drogormia, levemente, pues  una hora después era levantado. Había que ir al coche a por la ropa y la comida. Wanchope acudió raudo y veloz, la bodega se mantenía vigorosa y el ron restante y los complementos estaban en el coche.
En el coche se repartieron las cosas mientras las voces y los piropos a todas las féminas  no cesaban. La demencia seguía siendo tal, que Wanchope, con su bolsa de ropa y la comida de todos, desapareció sin volver a encontrar la tienda.

El peso era excesivo, sobre todo a las latitudes a las que se encontraba, así que paro en la tienda de un grupo de chicas. Las chicas, de Jaén, ofrecían una nueva imagen del mundo a Wanchope, muy particular, básicamente era porque no las entendía una puta mierda y ellas a él tampoco, aunque probablemente por distintos motivos.

Con ellas continuo bebiendo toda la tarde, ya engalanado con su mejor traje, el de oso panda. Se dio cuenta de que una de las chicas tenía claros problemas con la zoofilia, sobre todo con la pandafilia y casi con la necrozoofilia, puesto que Wanchope volvía a estar en un momento de demencia extrema.

Pese a que la chica tenia hermano y el señor Arisco no se había ganado la simpatía de este, se quedo con ella en la tienda mientras los demás se iban a uno de los muchos e innecesarios conciertos. No solo había un animal en la tienda, nos referimos al oso panda, también había un gran manatí que había estado enjaulado meses de abstinencia sexual, y derrocho toda su rabia guardada.  La explosión de movimientos fue tal, que tuvo que ser calmada algún instante por Wanchope, que se veía preso en esa vorágine zoofilica. Sobre todo, una vez que la chica le quito el disfraz entero, algo que no comprendió Wanchope, pues el disfraz tiene un agujero hecho para tales  ocasiones.

Cuando todo aquello acabo, abandono al manatí invernando en su caverna y se dirigió a las duchas. Era de noche, y las duchas estaban prácticamente vacías debido a que la gente estaba en los conciertos, y él les había olvidado. También se dio cuenta de que había olvidado la comida y la bebida de su tropa, no así su alcohol, complementos y ropa.

Poco le importo, se dio cuenta de que las pocas personas que había en la ducha solo eran féminas, así que realizo la jugada del hombre desnudo por las duchas, ya que eran mixtas, en busca de geles o cualquier otra escusa para realizar una nueva sumatoria. Pese a las risas y la complicidad no volvió a bonificar. Así que una vez limpio, desposeído del aroma animal, salió en busca de nadie sabe que.

Eran sobre las 4 de la mañana, y Wanchope no barajo la idea de ir a los conciertos, así que continuo dando vueltas por la acampada y sentándose con todas aquellas chicas que veía. Poco aporto esa noche. Hasta que en un nuevo momento de ciencia ficción, encontró la tienda. En ese momento ni estaba pensando en ella, pero incomprensiblemente apareció, pese a que la oscuridad era absoluta, y no por el mal de altura en esta ocasión, puesto que el cansancio ganaba a la bodega.

A las 6 llegaron los compañeros de viaje, que ese día le ganaron la etapa. Al despertarse, Wanchope vio que la recuperación era total y que el mañaneo le esperaba. Volvió a engalanarse de panda, y fue a dar dianas.

Wanchope recuerda este momento como el más feliz de su estancia. Las dianas fueron bíblicas, metiéndose en todas las tiendas, con cantos gregorianos y otros muchos otros que animaban a la gente a salir a ver lo que allí estaba pasando. Era un panda, un jodido oso panda que a las 8 de la mañana contaba con un nutrido grupo de apóstoles que le seguían, grababan, y por supuesto entregaban cantidades ingentes de ron para su fino paladar.

Al igual que fino paladar, tenia fino palique, nunca se ha visto una cosa igual, parecía que las conversaciones las creaba él, cada vez había más apóstoles e incluso alguna feligresa también empezaba a seguirle. Las increpaciones solo encontraban risas y más risas, las feligresas se agolpaban en busca de la carne de dios, su dios en ese momento. Hasta que llegaron las 10 y Wanchope se dio cuenta de que había una rave esperándole y hecho a correr.

A la rave le siguieron dos apóstoles nada más, para sorpresa de Wanchope, que creía haber heredado otro tipo de rapidez de Usain Bolt y pensaba haber soltado a todos. En la rave los apóstoles se dieron cuenta de con quien estaban tratando, ya que la cantidad de gente que le saludaba sorprendía hasta al propio Wanchope. Incluso varios le volvieron a pedir ketamina y le contaron algunas historias que se había olvidado del día anterior. También, los habitantes de la rave, ninguno con pulsera para entrar a los conciertos,  continuaron flipando, al ver que los disfraces del dios zapatillero por excelencia no tenían fin. Puesto que apareció de oso panda, pero se lo quito por temor a los perros sidosos envidiosos del cariño que recibe ese animal, y apareció con una mascara de Scream.

Después de volver a cerrar la rave, y con una bodega de no mas de 7500 metros, volvió cual persona responsable a comer a su tienda, podía volver, con la cabeza alta, había encontrado también la tienda del manatí y con ello la comida de sus compañeros. Incluso, cogió prestadas una botella de ron y otra de orujo por si acaso faltaba algo.

Esa comida fue lo único que injirió en todo el festival, pero dado que era la última noche, no quiso dejar nada al azar ante una temible pájara. Lo bueno de la comida, más que rencontrarse con sus compañeros de viaje, fue rencontrarse también con su ron. Lo que hizo que una hora después volviese a vislumbrar la cima.

La historia parece hacerse mas larga de lo que duro en la vida real. Esta ha sido la parte por hoy, próximamente, la tercera y ultima. ¿Saldra vivo Wanchope?

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