La semana estaba discurriendo tranquila, solo habían destacado
los conciertos de Robertazar, y las visitas facturadoras de Jairo Flamenko y
Muerto Está a los clásicos lugares de culto y peregrinaje. Por lo demás, solo era reseñable una nueva bodega con apagón
incluido de Alvar Pirata el jueves, y el viernes sumatorio de Rubio, Sol y
Sombra, Wanchope y Muerto Está.
Por lo tanto, la dinamo estaba totalmente cargada para una
nueva zapatilla inhumana. El sitio donde comenzó la noche no podía decir más de
lo que les iba a esperar, la Laguna Negra. De ahí, al lugar en el que llenar
las tragaderas con vino y comida mientras subía la altitud alcohólica todo fue
uno.
En la cena, nada parecía haber cambiado en años, Flamenko
llegando dos horas tarde en una nueva patada y Yudegas dando pena con una nueva
esposa (más tarde se quejaría también de una lesión física que no le dejo
rendir al nivel esperado). Entre las ausencias destacaba la de Vulkete, siempre
presto a luchar por esta victoria año a año.
Rápidamente se pudo ver a un Enfrencio muy suelto, aunque
tan rápida fue su subida como su bajada a los infiernos. Al poco de llegar a la
zona de bares se ensalzo con algo parecido a una liga del amor que le hizo
perder media noche. A Súper Polan se le veía confiado en sus posibilidades
desde el principio, aguardando su momento en el Bunker. Mientras Flamenko y Robertazar
desaparecían buscando su habitual noche mítica y Wanchope intentaba mantenerse vivo, cosa arto complicada debido
a su incontrolable afán alcohólico y dañino.
De camino al Bunker, ya cercano el día, aparecieron nuevos
elementos zapatilleros, tales como los hogareños o Saúl Kaiser
(aunque luego este ultimo desapareció). También llego a su cita habitual con el
Bunker Sol y Sombra, mientras Muerto Está huía también a última instancia buscando la bonificación.
En el Bunker Súper Polan, Pelucas y Enfrencio cogían ventaja
a primeras horas. Mientras los demás seguían aumentando su ya de por si
peligroso nivel alcohólico. Robertazar y Muerto Está reaparecieron horas después,
aunque su físico poco más pudo hacer ya que llevarles a la cama. Muchos
elementos zapatilleros también huían entre la sangre de sus oídos, increíble una
vez más la cacharrería musical. Decepción enorme fue Sol y Sombra, que por
primera vez en su dilatada trayectoria nocturna fallo en el Bunker.
Kriptonita también jugo sus bazas, las homosexuales en esta
ocasión, transitando de cama en cama buscando el amor de Robertazar. Mientras
Pelucas gastaba los últimos litros de gasolina de su motor y Enfrencio también decía
basta poco después de su momento disfraz. Todo ello dejo aquello como un solar
en el que la victoria final se la jugarían Pablo Noche, Súper Polan y Wanchope.
La eterna oscuridad del Bunker y el infinito estruendo musical hacia que nadie fuese consciente de que se
estaban jugando la recta final a las 11 de la mañana. La cara de Súper Polan no
mostraba ningún signo de fatiga, lo que les hizo declinar a Noche y Wanchope y
dejarle una nueva victoria de prestigio al residente.
La destrucción sigue palpable en los físicos de todos
aquellos que se atrevieron a cumplir con el nivel que exige tan magna sala de
fiestas. Demostrando de nuevo que estos Premios y estos participantes están hechos
de otra pasta.
Mientras Robertazar mantiene el liderato, que tenga su codo
engrasado ante este puente que nos espera. Recordemos que fue el más duro del
año pasado.
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