martes, 13 de agosto de 2013

DROGOMINGUEANDO

Chety, ante todo un tipo feliz.
Es bien sabido desde hace años el enorme  valor sumatorio de los drogomingos, días que cada semana que pasa van cogiendo más importancia, llegando a niveles extremos como el de este fin de semana.

Era un drogomingo muy especial, puesto que el fin de semana había dejado un regusto inolvidable a muchos participantes, y no solo a alcohol. Nos referimos a que la semana pasada fue la otra Vuelta a Burgos, en este caso la ciclística y no por ello menos esperada, ya que la presencia allí de Enfrencio y Vulkete la otorga el aroma de días inolvidables.

Como decimos, después de un fin de semana apocalíptico con miles de historias siguiendo la Vuelta (destacando unos muy dañinos Vekatron y Wanchope) el drogomingo no quiso ser menos que sus antecesores sábado y viernes. Y por obra y gracia de Vulkete se tercio una gran noche.

Wanchope acudió raudo a la llamada de Vulkete, puesto que hacia meses que no se juntaban  en términos zapatilleros nocturnos. Y después de varias rondas cuando parecía que el drogomingo acababa con solo esa pareja sumando, apareció la llamada al whisky-talkie de Wanchope de Papalas y de Chety Loco, y en demencia absoluta se juntaron los 4 dando comienzo a lo importante de la noche.

La locura de todos los Chetys es ampliamente conocida así que a nadie debería extrañar que las ideas de Papalas y de Chety Loco solo fueran encaminadas a un viaje sorpresivo a Isar, pueblo de Coral donde bebía con sus compañeros de la sumatoria diaria pueblerina.

También es conocida la facilidad para apuntarse a los planes de Vulkete y Wanchope, que ayudados por su estado bodeguero no se pensaron dos veces el montarse en el coche de Chety. El viaje no tuvo desperdicio y dejo bien a las claras las dudas de todos los presentes a la afirmación de que Chety si posee el carnet de conducir. Ya que no solo se equivoco tres veces en el trayecto, si no que realizo exhibiciones tales como conducir solo con las luces de la gorra que llevaba puesta y apagar las del coche…. Todo esto a la 1 y media de la mañana….

La sorpresa de Coral al ver a estos cuatro infraseres fue absoluta, su estado bodeguero fue menos sorpresa. Allí Chety deslumbro a todos los presentes (unos 10 isareños) con comportamientos y vocablos que solo pueden imaginar quien le conozca ampliamente. Y entre juegos y juegos de bebercio discurrió la noche hasta que a las 6 de la mañana todos decidieron irse y llego el momento culmen de la noche.

Wanchope crecido ante su increíble fin de semana e imperial estado de forma se decidió a hacer su ya típico circulo de la muerte meando alrededor suyo mientras giraba sobre si mismo, momento que solo vio Papalas. Poco después apareció en escena Chety, que afirmaba poder conducir al haberse bebido un Kas y con ello vuelto a la sobriedad. Hasta que vio ese circulo misterioso al que otorgo toda su atención.

-“Aiba, ¿Pero qué es eso?” Afirmo Chety con su mítico e inconfundible tono.

-“No se, mira a ver a que huele” Dijo Wanchope pensando que nunca le iba hacer caso.

Pero nunca se puede dar algo por descontado con Chety, que ni corto ni perezoso, ni por supuesto sobrio, se tumbó en el suelo y comenzó a lamer el círculo de la muerte.

-“Pues no sé que será, solo hay una cosa clara, a meado a mi no me sabe”

Es evidente que después de aquello nadie pudo contestar a Chety, ya que los demás también se tiraron al suelo en su caso de la insoportable risa.


Ese fue el momento final que les hizo volver a Burgos confirmando el que según sus propias palabras, ha sido el mejor drogomingo de la historia de Chety.

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