martes, 10 de septiembre de 2013

CRÓNICA DEL MUNDO DE TROFFEA

Wis, Wanchope y Sergio Noche en pleno mañaneo.
Es bien sabido que desde tiempos inmemoriales las raves dañan y perturban la mente de nuestros endiosados participantes, volviéndoles amantes locos del baile sin sentido, la locura más frenética y tocándoles con la barita mágica de otros tiempos vividos en otros mundos que nada tienen que ver con las directrices conocidas.

Por todo ello y desde que se conoció la noticia, el Mundo de Troffea se convertía de golpe en una cita clave en este 2013. Y más, teniendo en cuenta que se disputaría a escasos km de la zona 0 de los Premios W.

Precaución te está mirando Wis.
Más que un festival, de lo que pudieron disfrutar los allí presentes fue de varias raves y conciertos sin fin, puesto que aun a estas alturas desconocemos si la música sigue sonando al igual que la demencia en las cabecitas. Y hablamos de demencia ya que nadie que se atreva a ir a esos lugares de culto zapatillero juega con coherencia en sus mentes.

El viernes comenzó todo, aunque antes de ello Wis y Joni Drogas ya se habían destacado del resto los días anteriores, una tónica que continuaron durante todo el fin de semana. También el viernes fueron Bazocas, Sol y Sombra, Karlitros o el archi conocido primo de Pablo Noche entre otros, demostrando que lo que allí se jugaba no era una competición entre amigos, si no una gloriosa lucha entre mitos de la noche que será recordada.

La tienda de campaña en las raves se toca cuando acaba la música, por lo que sobra decir que nadie se atrevió a visitar la cama y la fiesta continuo en niveles estratosféricos con historias y comportamientos lejos de lo entendible por Iker Jimenez en Cuarto Milenio.

El sábado llegaron por la tarde zapatilleros de refuerzo, lo que hizo que en ningún momento el jolgorio acabase. Sobre todo si tenemos en cuenta que alguna de las nuevas caras eran Volte, Wanchope, o Vekatron. La excelsa demencia musical continuo, el estramonio llamaba a la puerta y las sanciones de la UBI se esparcieron, librándose muy pocos de los grandes.

Con especial atención hay que destacar la desmedida locura de Vekatron, envenenándose a si mismo y a SyS hasta que ambos vulketearon volviendo a Burgos. SyS con Volte, y Vekatron haciendo autostop en la autovía.

Karlitros, un ravero profesional.
Mientras los conciertos seguían pasando, (sobresaliendo la Baska Loka y los eternos bailables de Wanchope) Karlitros y el primo de Noche decían adiós a la victoria yéndose a la tienda y dejándolo todo en un duelo abierto entre Joni Drogas y Wis. Duelo que duro hasta bien entrado el medio día del drogomingo, cuando nadie recordaba comidas familiares ni vermuts mañaneros. Duelo, del que salió finalmente victorioso el mejor Wis de la historia.

Pero no nos quedemos en la mera competición, quedémonos con lo vivido, esa sensación infrahumana que solo dejan las grandes fiestas y esos recuerdos imborrables pese a que escaseen.


Tampoco queremos olvidarnos de que este fin de semana ha sido el Ebriovision, festival mirandés siempre ganado por Robertazar y que este año no ha sido menos. Su verano le deja en el pódium y a las puertas de un invierno memorable en plena batalla con Sol y Sombra y Wanchope.

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