jueves, 21 de noviembre de 2013

MUNDO IDIOTA 2013

Momentos antes de entrar al festival la bodega era absoluta.


Por fin este enorme y amado festival volvía al calendario ebrio-fiestero de los Premios W después de tres años de ausencia. Por su particular estilo musical se convierte en único e ineludible, y pese a los problemas organizativos de este año esperemos que no haya que esperar otros 3 años hasta que participantes de tronío de esta espeluznante competición vuelvan a zapatillearlo.

En esta ocasión la sumatoria de los que el sábado se darían cita en el Mundo Idiota comenzó el viernes madrileño, pasando todos ellos de la clasicisima invernal de Químicas el día anterior. Pronto comenzaron a caer los litros cerveceros por las tragaderas y la grupeta madrileña de Robertazar empezaba a mostrar sus cartas, con un poderoso Maikel (recordémosle del Arenal Sound 2012) y un estratosférico Murga (ganador del Mundial de Florencia este mismo año).

Jonan-Ibarretxe, Murga-Panda, Bonilla-Palestina, Diego-Moreno.
Desde el primer momento se vio que la malicia desorbitada iba a ser la tónica del fin de semana, pues no había caído la noche y las canciones de “José Bretón”atormentaban al populacho. También bien pronto se pudo comprobar que la rueda a seguir iba a ser Murga, quien en estado catatónico absoluto estaba consiguiendo ser odiado por barmans, puteros, drogadictos, trábelos y taxistas. Esa primera tarde noche se vio a Robertazar y Wanchope midiendo muy bien sus hígados y controlando las distancias a sabiendas de que lo que les esperaba no era vermut de martes precisamente. Al menos eso parecía…

A primera hora de la noche Murga pisó el freno, no sin antes reventar el mobiliario de la casa de Robertazar y de hurtar extintores y estar a punto de abriles en casas vecinales. El siguiente que falleció ya en la Pomarada (bar del año) fue Wanchope, en un espectáculo lamentable digno de hospital que le dejo dando una imagen bochornosa ante la grupeta madrileña de Robertazar. Dejando claras muestras de ser el nuevo preferido de la guadaña.

A esas alturas ya había hecho acto de presencia Bonilla (también protagonista en el Arenal del año pasado) quien demostró ser un chingón de altos vuelos y un zapatillero-festivalero de postín. Pero en esa primera noche Robertazar no tuvo rival, demostrando una vez más que su forma actual es poco menos que insuperable.

De madrugada ya se pudieron ver los primeros disfraces, con Wanchope haciendo amigonemigos por la casa, pero hasta el mañaneo del sábado no ocurrió mucho más a reseñar.

Robertazar-Ajmel comiendo franjas de gaza.
El día D había llegado y desde bien pronto había que llenar las gorgueras del mejor veneno posible para llegar con la gasolina a tope al comienzo de la tarde. De todo ello se encargaba la Pomarada, que como decimos se ha convertido en el bar del año. Ese fue el momento en el que por fin toda la grupeta se juntó, desde Bonilla a Murga, pasando por El Jonan y Diego.

La Pomarada fue testigo del bautizo madrileño del Bitteron y de una nueva serie de monólogos sin fin de Wanchope, pero ante todo, cumplió su función bodeguera. De allí a la vestimenta de disfraces y el espectáculo en el metro todo fue uno. Y es que pese a que en Madrid estén acostumbrados a los espectáculos más atroces, pocas veces se había visto una serie de violentos verbales alcoholizados como los que se pudieron disfrutar aquella tarde.

Una vez llegados al festival comenzaron los primeros problemas de un fin de semana perfecto, ya que los cambios de horarios hacían imposible ver a Puta España Musical y  diversos problemas a la entrada producían una cola interminable.

Pero nada de ello altero la moral alcoholizada de nuestros protagonistas, que vivieron el súmmum de la felicidad una vez más en el concierto de nuestros amados Lendakaris Muertos. Allí Murga, engalanado con las vestimentas del rey Oso  Panda subió al escenario dejando bien a las claras que la victoria en el Mundo Idiota era suya.

Robertazar, un mito hasta para los Lendakaris.
Los conciertos continuaron y los comportamientos de seres mentalmente inestables aumentaban, siendo incluso confundido en varias ocasiones Wanchope con un integrante de la banda Puta España Musical, lo que deja claras muestras del nivel de hijo putismo que había en el ambiente.

Una vez cerrado el festival la noche discurrió con altercados vandálicos por Madrid y una serie de Biterrones que dejaron paso al interminable vermut de drogomingo en la PomaradaDrogomingo que se cerró también a las 7 de la mañana con más pena que gloria, eso si, después de animar eufóricamente a los “Bufalos”, equipo de fútbol americano en honor a los truños que caen noche si y noche también.

El lunes mañanero con el síndrome de abstinencia, la resaca y el síndrome post-festivalero,Wanchope volvió a Burgos en Bla Bla Car en una furgoneta punky que aguantó sus demencias y que a partir de ese instante son nuevos seguidores de estos Premios W.

Esto ha sido todo y finalizamos dando la enhorabuena a la sección madrileña de los Premios W a los que esperamos ver pronto por Burgos, la zona 0 de esta  terrible competición.

A los demás os citamos el sábado a las 5 cuando abra el Zafiro para nuevas idas de olla y os dejamos un vídeo de Murga de Panda con Lendakaris.


No hay comentarios:

Publicar un comentario